A Carlos Galinelli, un técnico mecánico de Monte Grande, en el partido de Esteban Echeverría, siempre le interesaron las innovaciones en el ámbito automovilístico.
Aprendió todo de su padre, pero quería ir más allá. A los 17 años tuvo su primer auto: un Renault 12 que lo sigue acompañando 17 años después. Pero ya no es igual.
"Hace cinco años me puse a ver un programa de televisión en el que unos estadounidenses armaban su propio auto eléctrico y me di cuenta que quería hacer lo mismo con el mío. A partir de ahí comencé a incursionar por mi cuenta, ver como podía modificar mi Renault.
Terminé siendo pionero en la conversión de autos en la Argentina", cuenta Carlos.
Cuando empezó a investigar para ver cómo podría llevar a cabo su proyecto, en primera instancia se contacto con gente de Estados Unidos, pero cualquier proceso le resultaba demasiado costoso.
Tuvo que ampliar su espectro de posibilidades y terminó acudiendo a una empresa de Uruguay "que vende motores eléctricos fabricados en China".
Manual en mano, siguiendo indicaciones que estaban en chino, traduciendo, fue avanzando.
"Hice todo solo, en mi taller, con plata de mi bolsillo. Primero la parte mecánica y después la eléctrica, que es la que más cuesta. Tiene su propio chasis hecho a medida, y le modifiqué la suspensión", explica.
Tras un arduo trabajo, el prototipo quedó prácticamente terminado en 2018. "Pero toda la investigación y preparativos vienen de 2016.
Hace dos años lo terminé y desde hace uno puedo decir que funciona como corresponde. Lo uso para eventos pero también cada tanto voy a hacer compras, a la panadería. No lo saco a cada rato. Los findes sí, en épocas normales salgo a dar vueltas con mi señora", cuenta.