Hoy, después de 22 años de mi última visita, y ya siendo una mujer adulta me di cuenta de que hay más que objetos… Hay historia… Piel, incluso sangre y sudor… Hay ADN de nuestros abuelos y bisabuelos impregnados en cada maquinaria, en cada adorno, monedas, bandera o mobiliarios.
En esta sección de sociales, por lo general se cuenta una historia en particular de algún “personaje” de nuestra querida comunidad, pero hoy vamos a hacer chuza, contando sobre “el cofre de nuestras raíces”
Desde noviembre del 2020, con el nombramiento de la coordinadora Valeria cejas, el museo volvió a la vida, despertó, se le comenzó a dar la importancia que desde 2015 no se le daba, pero antes de contar esa parte debemos volver en el tiempo.
La historia dice así: El partido de Ramallo se crea en 1864, cuando José María Bustos, hace las primeras gestiones ante el gobierno provincial, para el reconocimiento del partido. En 1973 Faustino Velázquez en el marco de la fundación de la ciudad cabecera, inicia el proceso de la creación de las instituciones más importantes, entre ellas la casa municipal y juzgado de paz, la cual funcionó en la esquina de Moreno y Mitre por 95 años, hasta que se muda a la locación actual, ese primer edificio que usaron como intendencia es lo que hoy conocemos como el museo "Hércules Rabagliati". Estuvo unos años sin uso definido, hasta que en 1984, el intendente de ese entonces Rafael Roma, presenta un proyecto para designarlo como museo, aunque diez años más tarde, más precisamente el 27 de mayo de 1994, el intendente Alejandro Ballester con el director de cultura Elvio Zanazzi, dan por finalizadas las obras para su apertura, del que en lo particular denomino; “el cofre de nuestras raíces”.
La historia es mucho más extensa, más “burocrática”, más precisa, pero denotando la necesidad expresa de ser lo más escueta posible, me saltearé grandes hechos y grandes nombre de la estructura de los aconteceres… Mis disculpas por eso.
Elsa Machado, museóloga; participo en su creación y se hizo cargo del mismo, fueron más de 21 años de archivar cada movimiento dentro del Hércules, declarando cada objeto, escribiendo a mano o a máquina sus características, 21 años donde su segunda casa era visitada por niños de todo el partido… Pero como todo en la vida un día llego la jubilación, así que el lugar entro en un sueño profundo, donde los registros de cualquier actividad se extinguieron, desde ese 2015, el repositorio para la preservación de nuestro patrimonio entro en modo neutro.
Hoy por hoy existe un proyecto para regenerar el conocimiento histórico, crear propuestas para el vecino, ordenando lo administrativo, revisando inventario, informando y diagnosticando, modernizando y digitalizando, sin dudas es un proceso arduo que por el buen camino, sin dudas, se logrará… Pronto lo veremos en su máximo esplendor, como en aquellas épocas.
En espera de esas reparaciones edilicias, las cuales son bastantes urgentes, con un baño de personal totalmente destruido, con pisos que en parte se hunden, y paredes tomadas por la humedad, la visita al lugar te puede hacer viajar a tu infancia, y a la imaginación de una época desconocida en vivencias para nosotros mismos. Se puede encontrar desde Sillones que pertenecieron a la estancia “el castillo” de la familia Obligado, hasta platitos de té que dono la familia Castex… La bandera del batallón Ramallo de guardias nacionales, batallón que tuvo participación en el combate de “Paso del Tonelero”, Vuelta de Obligado, y las diferentes acciones de la guerra del Paraguay, hasta botellas antiguas que dono la señora de Herrera, que eran de licorería y cervecería a vapor de pablo Clereci, la variedad en herramientas de campo, como objetos que solíamos ver en las casas del 1900, inclusos del 1800 abundan.
Leí por ahí que en los educandos está el destino de una nación, pero para que estos sean nuestro futuro, tienen que conocer sus raíces, ser parte de esas historias que los conectan con su familia, con su pasado, con su comunidad… ¡Que mejor que “ir a Hercules Rabagliati”!
Con modernidad, con flyers que dan a conocer la existencia del lugar, con cartel que posee código QR, que se encuentra en la estación de villa Ramallo (con el cual se pueden ver imágenes del paso de los años) y que sin dudas se extenderá a las otras localidades, les digo que de lunes a viernes de 7:00 hrs. A 13:00, los sábados de 17:00 a 20 y los domingos de 9:00 a 12:00 horas, podemos los locales y los turistas, con una entrada libre y gratuita, más allá de un Bono contribución que no es obligatorio, volver a nuestra niñez o imaginar la de nuestros antepasados.
Por: María Gancio.